En el siglo 19 surgió el concepto de la tina o bañera tal como lo conocemos hoy y su primer diseño es un clásico que se sostiene con unas garras como de león hecho de una aleación de hierro y porcelana. Pasando al siglo 20 por un periodo en el que solo se veían como un lujo, hoy también son una forma de terapia pues ayudan a desestresar el cuerpo, relajando nuestros músculos y brindando recuperación y una sensación de bienestar.

Si hablamos del valor que agrega en los bienes raíces tener una tina en nuestro inmueble definitivamente un elemento que lo puede hacer más vendible. Solo nos adaptamos al espacio al mismo tiempo que tomamos en cuenta los materiales adecuados para el peso en el área y tenemos un cuarto de baño ideal; aquí las dos opciones más usadas hoy en día.

De remojo.
Éste tipo de tina es normalmente la más usada, tiene características muy básicas pues básicamente es llenarla y entrar en ella a remojarse y relajarse. Podemos utilizar burbujas en polvo o liquidas, sales y aceites esenciales. La experiencia en general puede ser tan elaborada como nosotros la queramos hacer.
Usualmente las encontramos como freestanding lo cual permite diferentes formas desde la más básica a la más creativa o artística, bien ubicadas dentro del espacio son definitivamente un elemento con el cual podemos realzar el diseño interior de nuestro baño. Visualmente siempre son más atractivas y dan un aire más sofisticado. Es un estilo que eleva las probabilidades de venta o renta de una propiedad.

También existe la opción para empotrar, menos estilizada, pero práctica, si solo contamos con espacio de regadera, por ejemplo, de ésta forma podemos tener regadera y tina. O podemos jugar con el nivel al que quedan permitiendo un fácil acceso para niños o adultos
mayores.

De hidromasaje.
Éste tipo de tinas brindan una experiencia más elaborada, pues tienen chorros de hidromasaje con diferentes niveles de intensidad, cromoterapia, pueden mantener la temperatura e inclusive sistemas de música para una experiencia como de Spa. En ésta tinas solo podemos poner jabón ya que sales y aceites esenciales pueden dañarlas.

Su instalación es más compleja pues tienen motores, bombas y el mantenimiento es algo que hay que tener en cuenta. Existen versiones más sencillas que podemos encontrar como freestanding, pero en su mayoría son de empotrar.
Para hacerlas más atractivas aquí va a contar mucho el material que utilicemos alrededor para darles un aire más sofisticado y que no se vean tan toscas o en ocasiones llegan a pasar desapercibidas.

 

Como vemos es muy sencillo elegir lo que queremos en una tina y Dependiendo de nuestras necesidades, espacio y gusto podemos optar por la que más nos convenga. Siempre le añade un toque a nuestro hogar y para nuestra vida diaria sin duda crea un valor extra pues nos da la oportunidad de relajarnos después de un largo día de trabajo o usarlo como nuestra área de terapia.

Related Articles