El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana. La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.
Aunque la celebración de Halloween se ha popularizado entre la población mexicana, en la mayoría de los familias la tradición persiste y se colocan ofrendas con elementos muy particulares. A continuación te mostramos cinco de los principales aspectos de esta festividad.
La creencia popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el Día de Muertos.
Por ello, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños. Tampoco faltan las fotografías de los difuntos y las coloridas flores de cempasúchil.
Algunos de los sitios más atractivos para visitar durante el Día de Muertos, por el colorido y la emotividad con que llevan a cabo ésta tradición, son Janitzio, Mixquic y Xochimilco.