Hoy el diseño de viviendas responde a dos necesidades: funcionalidad y
practicidad, pero ¿es lo único que se requiere para crear un verdadero hogar?
Todos necesitamos que nuestra casa sea un refugio, un oasis de paz y los
sentidos aunque no seamos conscientes de ello, juegan un papel
transcendental. Hay que prestar atención a los estímulos que encontramos
dentro y alrededor de ella para entender el papel que juegan en nuestras
sensaciones y en nuestro estado de ánimo.
Tacto
El tacto es el primer sentido que desarrollamos, está en nuestra naturaleza
relacionar la forma en que un objeto se ve y se siente con un significado
emocional.
El peso, la textura y la rigidez de un objeto influyen de forma subconsciente en
nuestro juicio y en nuestra toma de decisiones. Por ejemplo, las texturas
ásperas pueden hacer que las situaciones sociales parezcan más complejas,
mientras que las texturas suaves, como la lana, pueden hacerlas parecer más
llevaderas.
Los distintos contrastes y texturas nos hacen sentir más en contacto con todo
lo que hay dentro de una casa.
Vista
La falta de luz natural y el exceso de luz artificial que hay a todas horas y en
todas partes como consecuencia de la urbanización, afecta nuestro ciclo de
sueño y nuestro desempeño. No obstante, podemos hacer la diferencia dentro
de nuestro hogar.
Para asegurar una sensación de bienestar en casa a través de la iluminación,
debes conocer los efectos de la luz (natural o artificial) en el cuerpo e identificar
qué es lo que quieres transmitir en cada habitación, de esa forma podrás hacer
mejor uso de ella.
Elegir el foco correcto puede marcar la diferencia en las emociones que
provoca un espacio.

Oído

Una melodía o un sonido familiar pueden provocar diversas emociones. Para
muchos, esas memorias están asociadas a las voces de niños jugando o a un
tipo de música en particular.
De acuerdo con el estudio de IKEA, 65% de los millennials ponen música para
hacer de sus habitaciones su refugio personal.
Obviamente en nuestros hogares no solo percibimos sonidos placenteros. Los
sonidos de la ciudad, como los cláxones, los peatones o los vecinos, generan
un ruido de fondo que, de acuerdo con el estudio de IKEA, puede alcanzar 70
decibeles y mermar nuestra sensación de bienestar.
Estos ruidos son imposibles de evitar así que, para crear un ambiente de
tranquilidad en casa, lo ideal es bloquearlos con un ruido blanco, que es
básicamente un sonido constante y uniforme.
Olfato
Todos hemos experimentado la sensación de ser transportados a otro
momento y lugar al percibir un aroma particular. Esto se debe a que el olfato es
el sentido con el mayor poder de influencia en la memoria, el ánimo y la
emoción.
De acuerdo con el estudio de IKEA, 40% de las personas encuestadas afirmó
que su hogar tiene un aroma particular. Para algunos es una fragancia distinta
a todo lo demás, mientras que para otros es difícil de explicar.
En ese sentido, vale la pena señalar que está comprobado que los aromas
pueden ayudarnos a crear una sensación de seguridad e intimidad.
Gusto
Al ser un impulso motivacional, una gratificación de comportamiento, juega un
papel importante en la estimulación de las sensaciones que queremos
experimentar en casa: la familiaridad, la tranquilidad y el confort.

Related Articles